El derecho es imprescindible para crear un orden social. Y ese orden se alcanza si las leyes regulan adecuadamente la realidad de un momento. En tal sentido, ¿cómo será nuestra realidad durante los próximos 20 años? Evaluar la vigencia o la obsolescencia de las leyes ante los cambios vertiginosos de la realidad deja huellas, incógnitas y marcas notorias en la trayectoria profesional de un abogado con ganas de siempre saber más.
Ya sea estudiar cómo sería la industria y el comercio a 25 años vista y compararla con el ordenamiento jurídico de ese entonces. Enfrentarse a otros desafíos concretos, como lograr el registro de la primera marca sonora o evaluar los aspectos positivos y negativos de la impresión 3D. En definitiva, se trata de prepararse para lo que viene; de poder analizar los fenómenos sociales y tecnológicos futuros (en donde uno modifica, cambia y afecta al otro y viceversa) en un mundo en donde lo jurídico suele tardar mucho en ponerse al día, si acaso llega a hacerlo eventualmente.
Especialmente, hay que ser conscientes de que lo que viene es fascinante y abrumador. Ilusiona, perturba, impresiona. Pero a la vez promete un mundo con nuevos desafíos y oportunidades. En algunos casos sucederán dentro de los próximos 20 años pero en otros, el futuro está golpeando la puerta del presente para entrar en nuestras vidas. De hecho, algunos de los desarrolladores que hablaron en Innovatiba se refirieron al futuro del empleo, de la salud, de la economía, de la alimentación, de la educación.
Leche, queso y mayonesa - que no son tales - pero que tienen el mismo sabor y textura. Sin colesterol, transgénicos, gluten, lactosa o todo aquello de estos alimentos que es nocivo ¿Cómo? Reemplazando estos elementos con ingredientes vegetales y creando alimentos por inteligencia artificial.
La biotecnología también permite la creación de alimentos a partir de células propias que se multiplican. Junto con la impresión 3D, revolucionan la salud, mediante la producción de organoides con células humanas y materiales sintéticos que podrán reemplazar distintos órganos del cuerpo humano. Los exoesqueletos mecánicos harán recuperar la movilidad a personas ancianas o discapacitadas que la han perdido y revolucionaran los videojuegos.
La revolución del empleo que provocarán la informática y la robótica traerá dentro de los próximos 20 años la modificación, adaptación o eliminación del 70% de los trabajos conocidos. Lo que hoy es habitual, mañana ya no lo será. Taxis y transporte público sin tripulantes. También autos particulares, pero en menor medida.
La conquista del espacio, con la explotación de los recursos minerales de la luna y fábricas en órbita alrededor de la tierra. Los satélites lanzados por la Argentina fabricados con nanotecnología. El fin de la energía proveniente del petróleo o del gas. La expansión de la energía eólica y solar.
Algunos hechos del presente confirman este futuro de cambios. Foxconn, por ejemplo, el principal fabricante chino de celulares y tablets puso en ejecución la segunda fase de tres por la que reemplaza un millón de empleados por robots. McDonald’s está reemplazando los empleados de caja por máquinas con pantallas táctiles. En Usa y en Europa se están estudiando la provisión en las autopistas de carriles exclusivos para autos no tripulados. Los alimentos que parecen pero no son queso, mayonesa y otros, pronto estarán en el mercado argentino.
Empleados que cobrarán sin trabajar o trabajando la mitad de la jornada mientras se reconvierten, o el salario mínimo universal son temas que se debaten en la actualidad. Es evidente que la ciencia va en un fórmula 1 y el derecho viene caminando con bastón.
Es imperativo pensar y actuar con rapidez. Los cambios son vertiginosos. El mundo actual no es el mismo que hace 30 años donde no había pcs, smartphones, impresión 3d, informática y robótica o al menos no estaban al alcance del público. Pero tampoco será el mismo dentro de 10 o 20 años.
Iniciativas que reúnan a múltiples sectores interdisciplinarios (sindicalistas, políticos, maestros, empresarios, abogados, etc.) son clave para generar espacios que abren mentes y nos preparan para este nuevo escenario que está a la vuelta de la esquina.
Estamos frente a la 3ra. Revolución industrial, frente a un mundo que cambiará mucho más rápido de lo que lo hizo en los últimos 30 años y que, ciertamente, desde el derecho y de muchas otras disciplinas, plantea nuevos desafíos y la concreta posibilidad de tener que dictar reglas y normas nuevas. Hay que moverse con rapidez para que no haya leyes obsoletas, teniendo como premisa principal que hay que aprender y entender a la realidad de los próximos años, para que nuestras leyes no sean arbitrarias, procurando, además, que los cambios sucedan en el tiempo justo para que se puedan aplicar en la práctica.
El Estudio SENA & BERTON MORENO fue fundado en 1938 por ALFREDO SENA y ERNESTO E. BERTON MORENO como una Agencia de Patentes y Marcas y un plantel estable de sólo cuatro personas. Desde ese entonces ha crecido hasta alcanzar su actual envergadura de cuarenta personas, quienes trabajan en oficinas ubicadas a sólo dos cuadras de la Casa de Gobierno y en el corazón del distrito comercial y financiero de la ciudad. Las características de S& BM a lo largo de los años han sido una actitud progresista y servicios personalizados al cliente prestados por un plantel altamente calificado de personas dispuestas a satisfacer las necesidades del cliente. De esta forma, el Estudio ha podido crecer y desarrollarse en las distintas áreas en las cuales se prestan los servicios.
SENA & BERTON MORENO fue fundada en 1937 por ALFREDO SENA y ERNESTO E. BERTON MORENO como una Agencia de Patentes y Marcas y un plantel estable de sólo cuatro personas. Desde ese entonces ha crecido hasta alcanzar su actual envergadura de cuarenta personas, quienes trabajan en oficinas ubicadas a sólo dos cuadras de la Casa de Gobierno y en el corazón del distrito comercial y financiero de la ciudad. Ver más
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